viernes, 31 de octubre de 2008

C2C - La Segunda Revolucion Industrial.



(El siguiente texto fue escrito de manera casi impulsiva durante una noche de sábado, con todas las incoherencias que eso puede implicar. No busca ni creo que logre explicar nada, pero intenta dar un pantallazo de lo que vengo pensando estas últimas semanas con respecto a nuestra realidad actual, como planeta y sociedad. Cualquier oración que lo compone abunda en generalidades, que puedo explicar mas detalladamente en caso de que algun imprevisto lector lo solicite. En un mundo tan amplio y variado es difícil integrar y utilizar conceptos que abarquen tantas realidades presentes. Yo particularmente trato de pensarlo primero desde el punto de vista de naturaleza y ecosistema, que es el gran lazo que nos une y que nos tiene mas amenazados. Pero a nivel sociedad y cultura, mis sueños y anhelos apuntan solamente a nuestra querida y vapuleada Latinoamérica, que aún aguarda el momento para desechar viejos y nefastos hábitos impuestos desde arriba y levantarse técnicamente con identidad propia. La integración tecnológica que debemos emprender debe apuntar a enriquecer desde la base social hacia arriba, no tiene sentido mejorarse y especializarse en cuestiones de punta cuando el abundante entramado social que sostiene todo vive en condiciones de absoluta precariedad. Se trata de utilizar la técnica para empezar a combatir la miseria y la injusticia, desde la planificación y la ejecución de proyectos concretos. Utilizar la creatividad y el conocimiento para mejorar la caliadd de vida de los que somos más, en lugar de equivocarnos de rumbo de desarrollo como otros países que antepusieron los valores materiales del lucro por sobre los espirituales. )




Se trata de una segunda revolución industrial. Porque hubo un primer intento, que fue esa revolución industrial que todos conocemos. Pero fue un primer intento desaforutunadamente erróneo. Esa industrialización masiva que sufrió nuestra civilización se fue edificando sobre pilares que no eran los convenientes. Se basaba en el carbón, para alimentar las maquinas de vapor que servían para ayudar a extraer más carbon de las minas. En el petróleo, que brotaba de la tierra que algunos pocos administraban y que servía para alimentar motores ineficientes que hasta hoy usamos, o para fabricar productos que nunca necesitamos. Se entendía que los recursos eran inagotables, y que el agua siempre se iba a llevar lejos toda la basura. Así fue que esos pocos codiciosos poderosos nos convencieron de que la mejor manera de vivir era comprando y tirando constantemente toda esa chatarra a la que llamaron progreso. Chatarra que nosotros mismos producíamos en sus insalubres fábricas, en donde todos eran piezas alienadas en un tosco y deficiente sistema lineal.
Ya hace varios años que muchos vienen advirtiendo que esas costumbres adquiridas nos están llevando a un punto muy crítico para la vida en este planeta. Ahora en estos días ya se sabe que no es joda el asunto, se hizo un daño muy profundo y en muchos casos no tienen vuelta atrás. Ahora el desafío entonces es detener lo antes posible este rumbo delirante y empezar a sustituir todas las piezas del aparato productivo que sean nocivas para nuestro bienestar y el de todas las especies.
Recién ahora estamos entendiendo que la vida en este planeta se trata de un solo sistema en el que todas las especies se interrelacionan de una manera muy directa y precisa. Todo lo que produce una especie sirve como alimento o beneficio a otras, y así se obtiene un ciclo que se va enriqueciendo constantemente. Es la evolución, la vida tratando de imponerse sobre la muerte. Pedacitos de carbono, oxigeno, hidrógeno y otros minerales que componen la tabla periódica tratando de combinarse y ordenarse cada vez de maneras más complejas, buscando sobresalir sobre la creciente y abundante entropía del oscuro universo. Ese sistema natural hasta hace unos cientos de años, cuando el hombre no tenia tanto poder como para romper y empobrecer todo, llegó a un pico máximo de riqueza y complejidad. Incontables especies coexistían, todas en una excelente armonía aparentemente caótica para nosotros. toda especie producía algo que otra necesitaba. Cada vez que el elefante cagaba los insectos festejaban porque tenían lugar donde poner sus preciados huevitos.
Hasta que llegamos nosotros con el nefasto primer intento de revolución industrial, y vorazmente en 150 años arrasamos con todo el planeta, extinguiendo en sucesivas pasadas de topadora y explosiones de dinamita incontables y variadísimas especies animales y vegetales que jamás volverán a existir. No se a quién se le ocurrió que al progreso le convenía dar la espalda a la naturaleza, contradiciendo incluso a esa necesidad de estar completamente integrado y en armonía con el ecosistema. Entonces devoramos de manera negligente todos los recursos que encontramos y que podíamos explotar, llenando encima de basura y contaminación todo el entorno. Tanto lo hicimos que ya el sistema empezó a tambalear y a fallar, demostrandose cambios de gran magnitud. Hace calor, se derriten los polos, el nivel del mar crece y cambian sus corrientes y los climas. Son comunes las sequías, tornados, huracanes y sucesos extremos. Para colmo los efectos de las cagadas industriales que fuimos produciendo son tan impredecibles como relevantes. Como por ejemplo (y que hasta sirve como guión para una película de terror) de pronto los océanos del mundo se llenaron de medusas, algunas venenosísimas, otras gigantes, muchísimas. Se ve que a ellas les vinieron muy bien todos nuestros chiqueros, la contaminación de las aguas y el aumento de su temperatura, porque son mas resistentes que la mayoría de las otras especies marinas. Aparentemente llegaron para quedarse y vamos a tener que acostumbrarnos a su presencia protagónica en los mares, como a tantos cambios imprevistos que van a seguir sucediendo en estos próximos años.
Ya estamos al horno, pero mientras antes salgamos mejor. Ahora que ya entendimos que no conviene alterar el equilibrio en el perfecto ciclo de la vida, tenemos que cambiar rápido. Ir sustituyendo todos nuestros productos contaminantes por otros que no lo sean. La manera mas simple es la que utiliza la naturaleza. La de que todo lo que produce una especie sirve de alimento a otra. Que hagamos cosas con materiales biodegradables es la que va. Es lo mas simple y lo que menos dolores de cabeza nos va a traer. Energías renovables, materiales renovables. Empezar a pensar al progreso como algo que inevitablemente debe ser sustentable, posible de prolongar indefinidamente en el tiempo, mejorándose. Además, se supone que a este progreso lo fuimos construyendo para mejorar nuestra calidad de vida. Pero si miramos bien, en la actualidad la mayoría de la gente se muere de hambre en todas partes del mundo, otros se quieren matar al ver caer sus acciones en los mercados, y en el medio estamos otros incontables que para poder sobrellevar la locura cotidiana de no poder alcanzar a satisfacer tantas necesidades que las publicidades y los medios nos imponen nos tuvimos que llenar la cabeza de rivotriles y antidepresivos. Siempre con receta médica, como si eso justificara algo. O sea, el progreso que fuimos construyendo fue un error por donde se lo mire. Por suerte llego el momento de cambiarlo, por una necesidad externa y vital que es la crisis medioambiental que generamos. Sería bueno entonces aprovechar esta oportunidad, ya que tenemos la imperiosa necesidad de rediseñar todo lo que no es sustentable, para introducir conceptos que hagan de la vida una experiencia mas placentera y justa. Somos inteligentes y creativos, es cuestión de ponerse a pensar un rato y considerar un par de factores más a la hora de diseñar procesos y productos. Que no contaminen el medio ambiente en ninguna parte de si ciclo, y que se apunte a contribuir en alguna medida a mejorar la armonía y el bienestar de la gente, como individuos y como sociedad. Que los trabajos estén planificados en función del trabajador, para que este pueda realizarlo de manera libre y estimulante. Ford transformo al operario en una pieza de la cadena de montaje, pero finalmente se entendió que ese concepto no va: si no se tiene en cuenta el factor humano en todo el proceso, el tipo se te frustra y necesita vacaciones o se te enferma y falta cuando puede. Sería lógico que esta segunda revolución industrial sea construida entonces con empresas en donde sea entretenido y de gusto trabajar. Lo mismo debería suceder con los planeamientos urbanos. La vida en las ciudades que nosotros creamos se transformo en un insoportable caos de desigualdad custodiada por policías. Se deben recuperar los espacios públicos como lugar de encuentro y esparcimiento de la gente. Planificar de una manera integral el transporte para que se permita una transitabilidad fluída. No podemos ser tan estúpidos como para haber convertido las calles en un inmenso embotellamiento pestilente de humo y ruido toxico, cocinándose rabiosamente al calor que emana el hirviente y gris hormigón. Y nosotros en el medio, puteándonos y odiándonos entre todos, culpándonos unos a otros de esta incoherencia general, por lo menos hasta el siguiente rivotril. Se puede mejorar todo eso, muchas ciudades del mundo ya emprendieron ese camino, con casos muy interesantes como el de la ciudad brasilera Curitiba.
Y ya que se tiran ideas, a mi parecer las empresas que empujen esta segunda revolución industrial deberían ser diferentes estructuralmente. En la actualidad las inmensas corporaciones son quienes dirigen el rumbo desquiciado que nos esta llevando a la ruina como civilización. Por ley son personas jurídicas que tienen como principal misión obtener beneficios crecientes. Ganar cada vez mas plata, a toda costa, sin importar mediante qué practicas se lo haga. Hasta tumban gobiernos , arrasan ecosistemas y esclavizan culturas enteras nomas para plantar bananas o soja. Y así se comieron el mundo, ademas de hacer tambaleantes e inestables los mercados. Además hay que entender las corporaciones son gigantes de pasos lentos y pesados, y en este nuevo paradigma de mundo cambiante se necesita más agilidad y capacidad de adaptación. Es por eso que mi utopía latinoamericana soñada es diferente. En ella las unidades productivas que más abundan son pequeñas y regionales, con características propias y autoctonas y funcionando en red vinculadas y retroalimentadas entre sí. Si observamos la naturaleza es descentralizada, celular. Internet también funciona así, no hay una gran computadora central sino incontables chicas que están conectadas. Así se evitan fallas y el funcionamiento es mas eficiente y confiable. Dicen que las cooperativas funcionan muy bien. Para mejor, los integrantes de una cooperativa siempre están más comprometidos a nivel personal con su trabajo que un empleado corporativo. Probablemente convendría tratar de encarar todos los emprendimientos posibles desde ese punto de vista. El auge de las telecomunicaciones ahora permite poder interconectar en simultaneo a tantos diferentes participantes que es posible organizar en red proyectos cada vez mas complejos, que antes sólo eran posibles a través de organizaciones con estructura de mando verticalizada y unidireccional.
Si de pensar en voz alta se trata, creo que la tecnología también debería ser "open source", como el software que se impone. Sin patentes que dificulten su divulgación y que impidan o detengan el desarrollo. Inentendible es lo del patentamiento de la vida. En la actualidad se pueden y de hecho se patentan especies. La semilla de soja que Monsanto patentó y que le compran para sembrar acá en Argentina está genéticamente modificada. Hicieron que fuera resistente al increíblemente contaminante y cancerígeno glifosato que se usa como herbicida, que también venden ellos. Ademas son muy vivos porque lograron que esa semilla diera plantas que no puedan reproducirse, asi uno se ve obligado a seguir comprándole las semillas a Monsanto. Patentar la vida y dificultar su desarrollo es algo que no se puede tolerar, porque nos condena como especie. La agricultura extensiva y este método de siembra directa no puede continuar así, se necesita incentivar la diversificación de semillas, y no cometer la locura que estamos haciendo de sembrar una sola clase de semilla y encima enferma, en un terreno al que con esta actividad desertificamos e inutilizamos en el corto plazo. Están haciendo cualquiera, y nadie dice nada al respecto.
Es muy loco que de tantas generaciones que hubo antes que ésta, y de tantas que vendrán, justo nos toco nacer en el momento histórico en que surgió la necesidad urgente de pegar un cambio de rumbo al timón de nuestro desarrollo para poder evitar estrellarnos. Estamos entonces sentando las bases para la nueva humanidad, una que ahora se entiende y reconoce como parte de un gran ecosistema. Ya están disponibles todos los conocimientos y tecnologías para hacerlo. Y con Internet tenemos el medio para comunicar y transferir esa info. Sólo entonces resta hacerlo, vincular todos esos puntos y trabajar en conjunto en redes cada vez mas complejas e interdisciplinarias. Es evidente que la forma que le demos al futuro , nuestro futuro, depende de nosotros. Yo preferiría entonces apuntar a modelos de vida en los que uno pueda transcurrir de manera feliz y la sienta como una experiencia enriquecedora. Para eso hay incontables cuestiones que resolver, y una mejor manera de encararlo: enseñando y ejemplificando con unos pocos hechos, pero que éstos sean claves, desencadenantes. Nada mas, y para ese lado voy.